Conciliación de la vida personal, familiar y laboral

Para poner en práctica…

En tu empresa, ¿existen medidas que permiten la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de la plantilla?

En tu hogar, ¿se realiza un reparto equitativo de las responsabilidades y tareas domésticas?, ¿quién hace qué?

¿Conoces a alguna pareja que haya compartido el permiso por nacimiento o adopción?

El  modelo tradicional de familia se ha ido transformando en España en las últimas décadas a partir de la  incorporación de las mujeres al mercado laboral, constituyendo uno de los cambios más importantes. Dicha incorporación de las mujeres al mercado laboral y al resto de las esferas del ámbito público no ha tenido una respuesta recíproca por parte de los hombres. Es decir, los hombres no se han incorporado en la misma proporción al ámbito doméstico, asumiendo más responsabilidades familiares y de gestión del hogar. Pero socialmente se hace imprescindible un nuevo planteamiento en las dinámicas de los ámbitos personal y privado, para mantener un equilibrio en los tiempos dedicados al empleo y a los trabajos de la casa y cuidado de la familia.

Con la expresión conciliación de la vida laboral y familiar se hace referencia a la necesidad de hacer compatible el trabajo remunerado con el trabajo doméstico y las responsabilidades familiares. Ahora bien, en esta referencia se echaría en falta la esfera privada, individual para cada persona, inexistente para la mayoría de las mujeres. Por tanto, la compatibilización también tiene que estar relacionada con la disponibilidad de tiempo libre para el desarrollo personal individual y, entonces, se trata de conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

La conciliación de la vida personal, familiar y laboral no es un problema de las mujeres, no es un tema privado, sino que es un problema de hombres y mujeres y es un tema que preocupa a toda la sociedad y, por lo tanto, debe obtener una respuesta social, implicando a todos los agentes:

  • Administraciones Públicas, a través de la puesta en marcha de servicios públicos de apoyo, respaldando o favoreciendo la iniciativa privada en el sector de servicios de ayuda y la creación de nuevas infraestructuras que faciliten la conciliación.
  • Empresas y Sindicatos, investigando y adoptando nuevas formas de organización del trabajo que permitan, tanto a trabajadoras como a trabajadores, compatibilizar las esferas pública, familiar/doméstica y privada con el objetivo de garantizar una mejor calidad de vida.
  • Las mujeres y los hombres, a través de un cambio de mentalidad que permita avanzar en el reparto de las tareas familiares/domésticas, reconociéndolas y asumiéndolas como responsabilidad de todo el grupo familiar.

Según los datos de la última Encuesta de empleo del Tiempo (2009-2010) realizada por el INE, el trabajo a tiempo parcial, la ayuda de la red familiar, la ayuda doméstica remunerada, el reparto de responsabilidades entre los miembros de la pareja, vivir cerca del trabajo o del colegio de las hijas e hijos, el horario de trabajo y los servicios que ofrecen los centros escolares ,son las estrategias que se señalan como las que más ayudan a mujeres y a hombres a hacer compatible el trabajo y la familia. Aunque en España la fórmula de contratación a tiempo parcial para la conciliación no está tan extendida como en los países centroeuropeos. Así, en 2008, el porcentaje de población ocupada que trabajaba con un contrato de este tipo se situaba en torno al 11% y, en la actualidad, con los datos de la Encuesta sobre Fuerza Laboral de Eurostat (2014) se encuentra en 16%, porcentaje un 3,71% inferior al promedio del 19,71% de la Unión Europea de los 28 (UE-28). En este sentido, destacan las diferencias entre países, ya que el porcentaje que supone el empleo a tiempo parcial entre casi un 49,8 % de Holanda, y un 7,7%, de Grecia.

Respecto a la ayuda de la red familiar, destaca el papel que están llevando a cabo las abuelas tal como se señala en el Estudio del Instituto de la Mujer, “Las abuelas como recurso de conciliación entre la vida familiar y laboral. Presente y futuro” (2011). Según este estudio, en el 84,2% de los casos, la ayuda de las abuelas responde a las restricciones que imponen los trabajos de los padres y madres a la hora de no poder compatibilizar los horarios y facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral. Según este estudio, la actividad de cuidado requiere mucha dedicación, dado que la mitad de las entrevistadas dice que dedica más de 4 horas diarias. Respecto al número de nietos y nietas a los que cuidan, el 64,4% de las abuelas cuida a uno, el 26,3% a dos y el 3,5% a más de tres. En relación con las actividades de cuidado que realizan, más de la mitad de las abuelas suele acompañar a las niñas y niños al colegio o a la guardería y el 93% de las abuelas proporciona alguna comida.

Por otra parte, en relación a la ayuda doméstica remunerada, algo más de la cuarta parte de los hogares con menores de 18 años (28%) cuenta con algún tipo de ayuda doméstica remunerada. En la mayor parte de los casos (73%) se trata de una ayuda puntual, limitada a unas horas a la semana y fundamentalmente, esta ayuda doméstica se dedica a limpiar la casa (85,5%), planchar (58%) y lavar y tender la ropa (51%). La existencia de ayuda remunerada está fundamentalmente asociada al nivel socioeconómico: más de la mitad de los hogares considerados de nivel alto (54,5%) cuentan con ella, así como el 29,5% de los de nivel medio y sólo el 11,5% de los de nivel bajo.

En cuanto al reparto de responsabilidades familiares entre los miembros de la pareja, de forma general, existe una distribución diferente entre el reparto de las tareas a realizar por mujeres y hombres. Así, las actividades culinarias son efectuadas por 80 de cada 100 mujeres, frente a 46 de cada 100 hombres. Las tareas de mantenimiento del hogar también son desarrolladas principalmente por las mujeres, el 91,9% frente al 74,7% en el caso de los hombres.

Tabla: Distribución de las actividades en el ámbito doméstico en un día (Horas y minutos diarios) según sexo

Hombres Mujeres
Actividades principales % de personas Duración  media diaria % de personas Duración  media diaria
Hogar y familia 74,7 2:32 91,9 4:29
Actividades culinarias 5,2 1:22 15,3 1:37
Mantenimiento del hogar 46,4 0:55 80,5 1:44
Colada 31,8 0:53 64,2 1:17
Planchado 3,9 0:35 34 1:08
Jardinería y cuidado de animales 15,7 1:54 10,7 1:08
Construcción y reparaciones 5,2 1:51 1,2 1.22
Compras y servicios 31,6 1:04 47,2 1:07
Gestiones del hogar 2,4 0:57 1,9 0:46
Cuidado de menores 16,7 1:46 22,2 2:22
Ayudas a personas adultas miembros del hogar 2,5 1:41 3,8 1:40

Fuente: INE Encuesta de Empleo de Tiempo, 2009-2010 (últimos datos publicados).

Instituto Nacional de Estadística

Por otro lado, las mujeres se ocupan en mayor medida de tareas vinculadas a la gestión del funcionamiento de la casa, como por ejemplo las compras, que son efectuadas por el 47,2%, frente a un 31,6% de hombres.

La participación social y pública de las mujeres y hombres en igualdad de condiciones es determinante para el desarrollo de nuestra sociedad y, por tanto, resulta imprescindible un reparto más igualitario entre ambos sexos en cuanto a la dedicación a las tareas domésticas y el cuidado de  la infancia y personas dependientes, así como la creación de una red de recursos sociales más amplia y consistente que responda a las nuevas necesidades emergentes derivadas de la corresponsabilidad social. En este marco, que por parte de las instituciones públicas y privadas, así como, por parte de la sociedad en su conjunto se creen mecanismos que permitan que el tiempo de trabajo sea más equilibrado y ofrezcan servicios que se adapten a las necesidades de las personas en todas las facetas de su vida (tiempos de vida y tiempos de trabajo).

La corresponsabilidad o el reparto de responsabilidades se define como “la distribución equilibrada en el seno del hogar de las tareas domésticas, el cuidado de personas dependientes, los espacios de educación y trabajo, permitiendo a sus miembros el libre y pleno desarrollo de opciones e intereses, mejorando la salud física y psíquica de las mujeres y contribuyendo a alcanzar una situación de igualdad real y efectiva entre ambos sexos».

Esto requiere una negociación entre los distintos intereses que se plantean en el propio hogar. Es decir, decidir quién va a hacerse cargo de las diferentes responsabilidades y cuándo pactar alternancias y respetar los compromisos. Por tanto, es necesario un cambio de mentalidad de mujeres y hombres y una implicación directa y profunda de los hombres, ya que sin su plena participación en igual medida o proporción que las mujeres,  no existe reparto equitativo de responsabilidades y tareas.

 

Fuente: Escuela Virtual IGUALDAD: Igualdad de Oportunidades: Aplicación Práctica en Servicios Sociales. IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES: CONCEPTOS FUNDAMENTALES y SITUACIÓN GENERAL EN ESPAÑA, Unidad 1. INSITITUTO DE LA MUJER Y PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES. SECRETARÍA DE ESTADO DE SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD. MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD. Foto: rosbags.com

 

 

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